Pabellón de España

El pabellón más aclamado de la Expo cuya estructura pretende simular un bosque de árboles se convirtió en el pabellón de las largas filas kilométricas.

En mi caso particular, tuve la gran suerte de poder acceder sin mucha espera por lo que pude disfrutarlo en buena medida y me pareció indudablemente uno de los pabellones más interesantes y dinámicos del recinto en el que lo único que se debería de haber modificado eran los asientos del audiovisual de lo que seguramente no hará falta explicar el por qué. Sin embargo, se ha de reconocer que tras una espera de horas habría perdido todo su encanto ya que no merece tanto la pena; y más aún, hoy en día, cuando hay diversos medios para acceder a vídeos donde ver cualquiera de sus contenidos.

Respecto a la infraestructura, diría que deja mucho que desear pues, aunque original, resulta muy monotona y poco comprensible si antes no se explica que representa un bosque. Además el acceso para personas minusvalidas o carros de niños era bastante complicado, pues había que zigzaguear "los grandes troncos" que se interponían en una entrada y salida más bien estrecha en la que a los lados, por si fuera poco lo anterior, se presentaban zonas de agua. Estas charcas deberían de haber llevado algún tipo de pequeña barrera ya que los niños o personas más mayores podrían haber caido, simplemente por despiste.

A pesar de todo ello, y dejando a un lado las esperas, se trataba de un pabellón digno de ver.

Agua Extrema

Agua Extrema, un pabellón con un diseño absolutamente asombroso y de contenido entretenido de cara al visitante. Sin embargo, aunque no era la común exposición o vídeo que aparecía en el resto de pabellones (sin desprestigiarles ni quitarles mérito) los visitantes lo denominaban minisimulacro, faltaba impacto en el espectáculo pues antes de entrar mandaban poner un chuvasquero por lo que esperabas algo que realmente te iba a mojar y luego no era así. Estos es lo que se escuchaba en ciertas personas y me gustaría decir que yo sí que me mojé, por lo que entendí que me dieran un chuvasquero y me encantó el pabellón.

En relación con ello me gustaría destacar dos curiosidades: la primera de ellas es que al principio de la expo esta atracción debía de ser mucho más intensa pero por quejas del visitante se moderó. La segunda de ellas es que era dependiendo del lugar donde te mojabas más o menos pues el que estaba abajo en las esquinas casi no recibía nada mientras que en la parte de arriba y en el centro acababas con el chuvasquero empapado.

Como todos rumores, no se si será verdad el primero de ellos pero si alguno de los lectores puede confirmarlo o arrebatarlo no dude en hacerlo.

Expobuses

Antes de comenzar la Expo ya nos fueron dando a conocer el diseño de estos autobuses, que llamaban la atención cada vez que se veían. Durante la muestra, llegaban constantemente al recinto y solo había quejas en las horas punta, algo habitual cuando miles de personas quieren acudir a la vez a un recinto limitado pero que no quita ningún mérito a la frecuencia de paso y la distribución de las líneas. Lo que si que se podría haber mejorado habría sido el hecho de que todos los expobuses debían de haber pasado por cada una de las entradas al recinto y más aún teniendo en cuenta la lejanía entre todas ellas.

Hoy en día, ya finalizada la exposición internacional, se sigue viendo por las calles de Zaragoza uno de estos números: el Expo 8. He de suponer que al pasar por la zona céntrica de Zaragoza, facilita a los trabajadores la llegada al recinto así como da la posibilidad, a los habitantes del centro de Zaragoza, de aproximarse al barrio del Actur con otro autobús.

Además de haber mantenido una de estas líneas, todos los autobuses que fueron empleados en estos 3 meses se han convertido en lineas urbanas habituales, lo que ha disminuido, aunque sea mínimamente, la frecuencia de llegada de éstos así como ha proporcionado mejoras en el servicio de transporte por la comodidad de los asientos, las rampas de acceso al vehículo o más espacio para la ubicación de carritos y sillas de ruedas.

Está claro que no solo nos quedamos con las infraestructuras, las zonas verdes o los puentes que acortan las distancias entre barrios, sino también con una mejora del día a día que hace los trayectos de autobús un poco más llevaderos.

La Expo con España

En un principio, sobre todo para aquél que no estuvo en el recinto esos días, puede resultar complicado saber qué es aquello de lo que se va a hablar esta semana.

Aunque no lo viví como aficionada sino por trabajo, los días en los que la selección española de fútbol jugaba, el recinto rozaba el aforo completo en la plaza del anfiteatro. La población, no solo zaragozanos, sino todo visitante de la Expo, se detenía delante de la pantalla para ver la retransmisión del partido.

Me parece vergonzoso, primero, que se retransmitiera un partido de futbol en la Expo del agua; y segundo, que la gente malgastara su entrada viendo un partido de futbol que igualmente lo puede "disfrutar" en el sofá de su casa. Por otra parte, y según fuentes externas (Fran, esto va por ti, gracias) el pabellón de Alemania cerró antes solamente por el fútbol. Es indigante que el mundo se paralice por ver a 22 personas dar patadas a un balón.

Además, en esos tres meses, no solo hubo españoles por lo que pudieron sentirse ofendidos al ver como se retransmitía un partido de futbol español y no el de su país. En estos momentos, la expo INTERNACIONAL se convertía en NACIONAL ocasionando únicamente disputas dentro del recinto e inquietud entre los visitantes que iban en bandadas a los quioscos más próximos.

Por otro lado me gustaría criticar la imagen que se presenta porque Fluvi no es la mascota española sino zaragozana, y de una Expo en concreto, y más aún cuando tantas críticas recibió aunque, reconozcamos que a pesar del tiempo límite que se tenía, se consiguió transformar una serie de campos en fantásticas y novedosas infraestructuras que quedarán para recuerdo de los zaragozanos; así que, orgullosos debemos estar y si alguien osa realizar una muestra parecida, comprobará la dificultad que lleva consigo.