
Hace varios días que se ven en los periódicos fotos de los primeros posibles compradores tomando medidas y escogiendo el número de lote que les interesaría, algo que se recomienda que se haga ya que no todos los lotes tienen la misma calidad.
Me parece muy útil que se subasten los objetos en lugar de desaprovecharlos pues es un modo de colaborar con las empresas que seguramente serán las grandes protagonistas de este evento. Sin embargo, hay ciertos materiales que podrían ir destinados a los países más necesitados. No hablo de un ordenador portatil o una nevera pero seguro que sillas o mesas de las que había por el recinto podrían ser empleadas, por ejemplo, como material de los centros escolares más desfavorecidos. No sé que pólítica se seguira ni como será la subasta porque no tengo ninguna intención de asistir pero mi opinión es que un porcentaje lógico de objetos debería de haberse destinado a ONGs. Por otro lado... ¿cómo se sabe cuando un precio deja de ser lógico? al fin y al cabo, no se sabe si cuando enciendas una nevera va a funcionar o si al plegar una bici se te va a romper en comparación con otro lote idéntico. Yo personalmente, no valgo para estas cosas pero si alguien va o ha asistido a alguna, seguro que todos los lectores estarán encantados de escuchar alguna anécdota y conocer este mundo de las subastas para afrontar la que se avecina este fin de semana.